domingo, 27 de mayo de 2018

VÍCTOR SALVÓ SU CABELLERA

En el último partido nos jugábamos el pase con Berratinaikos y partíamos con una ventaja de 3 goles de diferencia de goles, respecto a ellos.
Si ambos equipos ganáramos nuestros respectivos encuentros, el pase iba a depender de la diferencia de goles que tuviésemos ambos.
Nuestro rival a priori era más complicado, pero al jugar en campo grande se preveían pocos goles lo que nos podría favorecer.
Pero no contábamos con que nuestros rivales no se presentasen.
Berratinaikos pensaba que al no presentarse se anularían sus partidos con lo cual la diferencia de goles en lugar de ser de 3 goles sería de 8.
Así que se pusieron las pilas y ganaron 9-1, con lo que según sus cálculos caerían eliminados pues al haber ganado nosotros 10-2 tendríamos mayor número de goles anotados y nos clasificaríamos.
Pero por desgracia, ese criterio se aplica ante la segunda incomparecencia de un equipo, lo que hubiera implicado su expulsión de la competición.
Como no fue así, nos dieron el partido por ganado con un 1-0, dejándonos con la impotencia de no haber podido competir, ya que nos privaron de poder defendernos metiendo goles, ya que la diferencia de goles ahora era muy superior a favor de Berratinaikos.
En fin, nos queda el orgullo de haber caído sin haber perdido un encuentro.
Y como Víctor se apostó su frondosa cabellera si pasábamos, la ha salvado. No hay mal que por bien no venga ¿no, Víctor?
Pero bueno, hace poco vi la película "Campeones" en la cual el equipo protagonista se alegraba de haber quedado subcampeón, porque era mejor que ser campeones.
¿Por qué? Por una lógica aplastante...¿Qué es mejor, ser marino o submarino?
Pues eso, nosotros hemos sido subcampeones en las dos competiciones en las que hemos participado.
Ahí lo dejo ;-)

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